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El amaranto: la semilla de la alegría

Amaranto

Amaranto (amaranthus cruentus), es una planta de 10 a 70 cm de alto, de origen americano. Esta especie se diferencia por sus frutos muy rugosos, ocupando la semilla la mayor parte. Se conoce como “huautli”,”tzoalli”, “bledo” o alegría y también “moco de pavo”, por su semejanza con la cabeza de un guajolote.

Historia y tradición.
Hace 500 años en la gran Tenochtitlán se rendía tributo a una semilla pequeña, pero grande en potencial alimenticio. Se comía en tiempos de hambruna, cuando no había maíz y su proceso culinario en tiempos de Moctezuma era parecido al que se usa hoy en día. Pero su uso no era únicamente alimenticio, con el amaranto hacían estatuas de “tzoalli” para celebrar la fiesta del dios Huitzilopochtli.

Propiedades nutritivas: El amaranto es el producto de origen vegetal más completo, es una de las fuentes más importantes de proteína, minerales y vitaminas naturales A, B, C, B1, B2, B3; además de ácido fólico, niacina, calcio, hierro y fósforo. La cantidad de proteína de la semilla de Alegría es mayor que la de los cereales. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), sobre un valor proteico ideal de 100, el amaranto posee 75, la leche de vaca 72, la soya 68, el trigo 60 y el maíz 44. Sus beneficios nutricionales son tan importantes que ha llegado a ser alimento de astronautas. Al contener también lisina (aminoácido de alto valor biológico) ayuda a la memoria, a la inteligencia y al alto aprendizaje, por lo que es recomendable que los niños lleven a la escuela una barrita de amaranto como golosina. En la alimentación cotidiana se consume como verdura cuando esta tierno (huautzontle) y con las semillas maduras se preparan atoles, mazapanes, tortillas y tamales. Deshidratado, el follaje se utiliza en la fabricación de fideos (como colorante natural), y como relleno de pastas, tartas y otras presentaciones.

México es el principal centro de origen y diversidad del amaranto. Es un cultivo con más de cuatro mil años de antigüedad. Después de la conquista, pasó a ser un cultivo casi olvidado, sin embargo actualmente se ha logrado captar un renovado y creciente interés debido a su contenido nutrimental, por su aprovechamiento integral, por la brevedad de su ciclo de cultivo y por su capacidad de crecer en condiciones adversas. Por todo ello, fue calificado por la NASA como cultivo CELSS (Controled Ecological Life Suport System) y pasó a ser cultivado en los viajes espaciales desde 1985.